Historia de Butron Bunidich
A inicios del siglo XX, una familia europea se estableció en la ciudad de Rancagua, en la Provincia de Cachapoal, Chile. En la década de 1930, esta familia inició su incursión en la industria vitivinícola de la región, una tradición que sus descendientes han continuado hasta la actualidad. Los mismos viñedos utilizados hace 70 años para producir los primeros mostos de la región siguen siendo cultivados hoy por los hijos y nietos de aquellos pioneros.
El respeto por el rol fundamental que sus antepasados jugaron en su formación técnica y humana es evidente en esta familia. Tras cuatro generaciones, permanecen estrechamente vinculados a la industria vitivinícola chilena, combinando la vasta experiencia transmitida por sus padres y abuelos con la energía y modernidad de la juventud del siglo XXI.
Los primeros vinos elaborados por esta familia en Rancagua tenían como propósito abastecer a los ciudadanos locales. Estos compraban el vino en grandes cantidades para el consumo familiar anual, en fudres de entre 800 y 1500 litros, y lo retiraban periódicamente en botellones de 15 o 5 litros. Con el tiempo, la venta se amplió a envases de 10 litros (chuicas) o de 5 litros (garrafas), convirtiéndose en una costumbre local acudir a la bodega para comprar directamente el vino. En los años 60, comenzaron a vender el vino en botellas de 1 litro y 750 cc, facilitando así su manejo y transporte.
Entre las marcas comercializadas localmente destacaron San Gerardo, Santa Eugenia y Los Molinos. Con el cambio de siglo, la familia emprendió un proyecto de modernización, introduciendo nueva tecnología, una nueva bodega y marcas con una imagen acorde a productos Premium, dirigidos al mercado internacional y a los paladares más exigentes del mundo. Estas nuevas marcas reflejan la pureza de la naturaleza chilena, simbolizada por las montañas, y la pasión de la gente por lo que hacen y aman.
Su Pasión
Ubicación
La familia se encuentra en una de las mejores zonas para producir vinos de alta calidad. Ubicados en el valle de Cachapoal, en las subregiones de Rancagua y Requínoa, disfrutan de un clima mediterráneo y un terroir que proporcionan a sus viñedos todo lo necesario para crear grandes vinos. La alta amplitud térmica, influenciada por el frío oceánico y la imponente cordillera de los Andes, permite la maduración óptima de las uvas, desarrollando vinos con gran tipicidad en cada cepa.
Además, los viñedos situados en el Valle de Itata, en la Región del Sur, aportan características distintivas gracias a su clima frío, lo que potencia y realza las uvas mejor adaptadas a estas condiciones. Esto permite a la familia volver a los orígenes de la vitivinicultura chilena, aprovechando las particularidades de estos climas para producir vinos únicos.
Más Información
La familia llegó a Chile desde Europa (Euskadi, España) a principios del siglo XX.
Filosofía: la perfecta fusión entre la tradición vinícola europea y la innovación del Nuevo Mundo, honrando el pasado y abrazando el futuro.
Valle: Valle de Cachapoal (subregiones de Requinoa y Rancagua)
Región: Región de O'Higgins, Chile
También con viñedos en el Valle de Itata
Terroir: Clima Mediterráneo Continental con alta amplitud térmica influenciada por la frescura del Océano Pacífico y la Cordillera de Los Andes, permitiendo una maduración óptima de las uvas.
Algunas fuentes mencionan 1978 como la fecha de fundación o establecimiento más reciente de la viña.