Syrah
El alma del Ródano, especias y potencia desde Hermitage al mundo
El Syrah tiene sus orígenes ancestrales en el valle del Ródano, Francia, donde se documenta su cultivo desde la época romana. La leyenda atribuye su introducción a los focenses de Marsella hacia el 600 a.C., aunque estudios genéticos confirman que es el resultado del cruce entre Dureza (del Ardèche) y Mondeuse Blanche (de Saboya). Hermitage se estableció como su terruño emblemático desde el siglo XIII, produciendo vinos de leyenda que rivalizaban con los mejores Burdeos.
En el siglo XIX, el Syrah se expandió globalmente, llegando a Australia en 1832 donde se transformó en "Shiraz", desarrollando un estilo más frutal y concentrado bajo el sol australiano. James Busby trajo las primeras cepas desde Montpellier, estableciendo el fundamento de lo que se convertiría en la variedad emblemática de Australia. Posteriormente se extendió a Sudáfrica, California y el resto del mundo vitivinícola.
El Syrah llegó a Chile durante los años 1990, siendo una de las variedades "nuevas" introducidas durante la modernización vitivinícola chilena. Las primeras plantaciones experimentales se realizaron en el Valle de Colchagua y Valle del Elqui, donde las condiciones de clima mediterráneo y gran amplitud térmica resultaron ideales para su desarrollo. Viñas pioneras como Montes y Santa Rita fueron fundamentales en su establecimiento.
El desarrollo del Syrah chileno ha sido notable, especialmente en valles como Limarí, Elqui y sectores específicos de Colchagua donde la influencia costera aporta frescura. El estilo chileno combina la elegancia francesa con la concentración del Nuevo Mundo, produciendo vinos con excelente expresión frutal, mineralidad y especias características. Bodegas como Viña Falernia, Tabali y Casa Silva han elevado el perfil internacional del Syrah chileno.
En España, el Syrah es una variedad de introducción reciente, plantada principalmente a partir de los años 1990 como parte de la experimentación con variedades internacionales. Las primeras plantaciones exitosas se realizaron en regiones como Jumilla, Campo de Borja y algunas zonas experimentales de Castilla-La Mancha, donde el clima cálido y seco resultó favorable para la variedad.
Posteriormente se expandió a regiones como Priorat, Montsant y Terra Alta en Cataluña, donde ha demostrado gran potencial en terruños de pizarra y licorella. En estas regiones, el Syrah aporta color, estructura y especias a los blends mediterráneos, complementando perfectamente con Garnacha y Cariñena. El estilo español se caracteriza por su concentración, mineralidad y expresión terroir-driven.
Frutas negras: Mora, arándano, cassis, ciruela negra
Especias: Pimienta negra recién molida, clavo
Florales: Violeta, lavanda, pétalos oscuros
Hierbas: Tomillo, romero, hierbas provenzales
Especias complejas: Regaliz, anís estrellado, cardamomo
Minerales: Pizarra, grafito, piedra volcánica
Ahumados: Bacon, carne ahumada, pólvora
Roble: Vainilla, cedar, coco, café tostado
Evolución: Cuero, tabaco, trufa, tierra
Entrada: Intensa, especiada, compleja
Medio: Taninos firmes, cuerpo pleno
Final: Largo, persistente, especiado
Perfecto con asados, cordero especiado y carnes con hierbas. Su intensidad complementa sabores robustos.
Excelente con cocina mediterránea, platos con pimienta negra y hierbas provenzales.
Marida espléndidamente con quesos azules, Roquefort y quesos de pasta dura envejecidos.
Ideal con venado, jabalí y guisos de carne con especias. Su estructura sostiene platos intensos.